Rosaida González Imbert
Rosaida González Imbert nació el 6 de septiembre de 1990 en Puerto Plata, República Dominicana. Desde muy joven, su vida estuvo profundamente ligada al arte, la cultura y el amor por su tierra. Con una infancia marcada por la música, el ballet clásico, la pintura y el diseño, Rosaida desarrolló una sensibilidad única hacia las expresiones creativas y el impacto que estas pueden tener en la sociedad.
Graduada en Comunicación Social y con una sólida formación académica que incluye una Maestría en Dirección Comercial y otra en Gestión Ambiental, Rosaida siempre ha combinado su pasión por el aprendizaje con su compromiso con la sostenibilidad. A lo largo de los años, su deseo de transformar su entorno y su amor por la inclusión social se convirtieron en los pilares de su filosofía de vida.
En 2021, materializó uno de sus mayores sueños al fundar R.G, una organización sin fines de lucro que fusiona sus grandes pasiones: el arte, la educación y la protección medioambiental. Este proyecto refleja no solo su visión de un mundo más justo y sostenible, sino también su capacidad para inspirar a otros a través de un liderazgo lleno de humanidad y creatividad.
Además de su trabajo filantrópico, Rosaida es la mente detrás de Rosaida González República Dominicana, una marca de alta costura sostenible que se distingue por el uso de materiales reciclados y técnicas artesanales. Cada pieza de su obra, desde esculturas hasta prendas de moda, cuenta una historia en la que se entrelazan la tradición, el legado y el cuidado por el medioambiente.
Rosaida también es parte activa de la industria licorera dominicana como representante de Vinícola del Norte, la empresa familiar fundada por su bisabuelo, Juan Brugal Pérez. En este ámbito, ha continuado el legado de excelencia y responsabilidad social que caracteriza a la familia Brugal.
Hoy, Rosaida sigue siendo una inspiración en Puerto Plata y más allá. Su vida es una mezcla de pasión por el arte, el compromiso con la sostenibilidad y el esfuerzo incansable por dejar un impacto positivo en el mundo. En cada paso que da, reafirma su convicción de que la felicidad se encuentra en servir a los demás y en construir un legado que inspire a las futuras generaciones.